Percepción y Manejo del Dolor

Percepción y Manejo del Dolor

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El dolor actualmente es la principal causa de consultas a nivel mundial, contribuye de manera muy importante a distintas tasas de morbilidades, mortalidades y discapacidad. La Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP) define al dolor como una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada a daño tisular real o potencial.1,2

En México, no contamos con una estadística fiable que nos permita conocer la prevalencia y el impacto del dolor crónico en la población general, sin embargo, se observó en el Estudio Nacional sobre Salud y Envejecimiento en México que el 41.5 % de adultos mayores a 50 años reportó padecer dolor, siendo más frecuente en mujeres que en hombres (48.3 % contra 33.6 %, respectivamente), además, reportaron que el dolor aumenta en los adultos de mayor edad.3

El dolor se puede clasificar en dos tipos, siendo agudo o crónico; dentro de esta división, el dolor crónico se puede dividir en nociceptivo, neuropático e inflamatorio.

El dolor nociceptivo inicia cuando se activan neuronas aferentes primarias, las cuales se encuentran en todo el cuerpo, incluso en ausencia de sensibilización. Es caracterizado por sensación de dolor aguda, puede dividirse en dos tipos: dolor nociceptivo somático (originado en músculo y huesos, caracterizado por sensación de dolor y palpitaciones) y dolor nociceptivo visceral (originado en órganos huecos, caracterizado por sensación de opresión y calambres).4

El dolor neuropático ocurre cuando se lesiona un nervio periférico, o un grupo de ellos. Por lo general, el dolor neuropático se asocia con quimioterapia y diabetes. Respecto al dolor inflamatorio, cuando sucede un proceso inflamatorio se genera una sensibilización de las terminales de los nervios periféricos, lo cual desencadena la sensación dolorosa. El dolor inflamatorio puede disminuir con el uso de AINEs y esteroides, ya que pueden disminuir eficazmente los efectos inflamatorios.4

La nocicepción es el mecanismo por el cual se transmite el dolor, existen diversos receptores encargados de este proceso, los principales son los receptores de opioides, dopaminérgicos, adrenérgicos y las enzimas lipooxigenasa y ciclooxigenasa.4

Existen diferentes vías de administración para los analgésicos, cada una de ellas con propiedades distintas. Los analgésicos en estado sólido permiten que sean deglutidos de una manera relativamente sencilla, y confieren un efecto analgésico en un periodo de 1 hora. Los analgésicos en estado líquido permiten que pacientes con problemas de deglución puedan obtener una adecuada terapia analgésica. La administración parenteral ofrece diferentes vías de administración (intravenosa, subcutánea, intramuscular, entre otras) lo que permite individualizar cada manejo de acuerdo con la mejor opción terapéutica para cada paciente.

Actualmente, contamos con diferentes medicamentos para el manejo del dolor, como lo son las benzodiacepinas, los esteroides, los opioides y los AINEs. De estas opciones, los más utilizados son los AINEs, aunque poseen diversos efectos adversos que pueden limitar su uso. Los opioides poseen una eficacia analgésica muy buena, aunque están relacionados con diversos efectos adversos como constipación y disfunción sexual, además, su uso a largo plazo genera tolerancia y adicción. Los esteroides se utilizan en mayor medida en patologías inflamatorias, y poseen algunos efectos adversos como glaucoma, insomnio y osteoporosis. Las benzodiacepinas se utilizan en ansiedad y trastornos de pánico y poseen efectos adversos como trastornos del sueño, depresión e irritabilidad.

Se ha encontrado que la lipooxigenasa posee un rol importante en diferentes patologías, como asma, patologías bronquiales, angiogénesis e inflamación; debido a esto, la lipooxigenasa es un potencial objetivo para el desarrollo de nuevos medicamentos.4

Es fundamental conocer la nocicepción y todos los mecanismos que generan el dolor para poder ofrecer una terapia que pueda ofrecerle al paciente una analgesia adecuada y poder desarrollar nuevas terapias que posean una mayor efectividad.4 

REFERENCIAS:

  1. García-Andreu, Jorge. (2017). Manejo básico del dolor agudo y crónico. Anestesia en México, 29(Supl. 1), 77-85
  2. Gatchel, R. J., McGeary, D. D., McGeary, C. A. & Lippe, B. (2014). Interdisciplinary chronic pain management: Past, present, and future. American Psychologist, 69(2), 119-130. 
  3. Barragán-Berlanga AJ, Mejía-Arango S, Gutiérrez-Robledo LM. (2007). Dolor en adultos mayores de 50 años: prevalencia y factores asociados. Salud Publica Mex;49 supl 4:S488-S494.
  4. Afridi, B., Khan, H., Akkol, E. K. & Aschner, M. (2021, 16 diciembre). Pain Perception and Management: Where do We Stand? Current Molecular Pharmacology, 14(5), 678-688.
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