Sexualidad en los hombres después de los 50 años

La sexualidad desempeña un rol fundamental en la vida de todas las personas, por lo que su mantenimiento es indispensable para el bienestar. Es multifactorial, ya que en ella intervienen diferentes aspectos físicos, sociales, culturales y psíquicos.¹ La construcción de la sexualidad involucra la actividad sexual, el comportamiento, la función, la actitud, la motivación y la relación con la pareja.² 

Generalmente, los adultos mayores se niegan a hablar sobre la actividad sexual o rechazan cualquier tipo de manifestación sexual, debido a que anteriormente el sexo tenía como objetivo únicamente la reproducción y no el placer.¹ Además, la prevalencia de disfunción sexual aumenta con la edad; la disfunción eréctil es la principal limitación sexual en los hombres y la disminución del deseo sexual en las mujeres.² 

La actividad sexual en los adultos mayores está relacionada estrechamente con su salud física y viceversa, ya que se ha visto en diferentes estudios que la actividad sexual se asocia con resultados positivos en las relaciones interpersonales, la salud física, la salud mental y la calidad de vida.² 

Existen diversos cambios en la función sexual que se correlacionan con la edad y con el ciclo de respuesta sexual en el adulto. Las etapas del ciclo de respuesta sexual son el deseo, la excitación, la meseta, el orgasmo y el periodo refractario, sin embargo, estas pueden presentarse de forma no lineal y estar influenciadas por los cambios asociados a la edad.² 

En la mujer, algunos de estos cambios asociados a la edad son atrofia vaginal, disminución de la lubricación vaginal, disminución de la libido y disminución de la sensibilidad en las zonas erógenas. Por otra parte, en el hombre, los cambios en los niveles de testosterona se asocian a una disminución de la libido, lo que requiere más estimulación física para lograr una erección y conlleva disminución del volumen de eyaculado durante el orgasmo y alargamiento del periodo refractario.² 

El sexo representa una parte importante de la calidad de vida de las personas, pero muchas veces, debido a la falta de conocimiento sobre los problemas de salud sexual en este rango de edad, ha sido dejado de lado.1 Una actitud positiva acerca de la expresión sexual y una salud física buena son indispensables para aumentar la actividad sexual. Por otra parte, es necesaria la capacitación del personal de salud respecto a la sexualidad tardía con el fin de reconocer las potenciales barreras para una expresión sexual sana.^1,2