Salud universal en la era post COVID: retos para el s. XXI

Salud universal en la era post COVID: retos para el s. XXI

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Las reducciones en la desigualdad a menudo surgieron después de la guerra, la revolución, el colapso del estado y la peste.

—Walter Scheidel (1984-1993).

Una de las mayores desigualdades en el ámbito mundial, sin lugar a dudas, es la inequidad en el acceso a una atención médica segura, eficaz y sin carga financiera, dicho de otro modo, la cobertura universal de salud (universal health coverage, UHC por sus siglas en inglés).1

Es así como el impacto desproporcionado y desigual que trajo consigo el COVID-19 en las poblaciones, ha puesto de nuevo el foco en las profundas desigualdades que persisten hoy en día.2

El impacto de la pandemia

Desde hace muchos años se reconoce la necesidad de un enfoque sistémico de los desafíos complejos y de una mejor comprensión de la relación entre la salud de la población, así como de sus consecuencias económicas como la base para soluciones sostenibles en la salud mundial.2

El impacto en otras pandemias y desafíos de salud está enmascarado por el dominio continuo del COVID-19 en nuestras vidas. Las cifras hablan de este fenómeno, ya que hasta la fecha:3

  • Más de 100 millones de personas se han infectado.
  • Más de 2.1 millones de personas han fallecido por esa causa.

Aún ahora, el COVID-19 sigue representando la mayor amenaza para la salud pública y las economías mundiales en el siglo XXI.3

El COVID-19 sigue representando la mayor amenaza para la salud pública y las economías mundiales en el siglo XXI.

El impacto económico y social es formidable y creciente. Tan solo en los Estados Unidos, el costo total de la pandemia se estima en más de 16 billones de dólares estadounidenses, equivalente al 90% del producto interno bruto anual del país. La crisis ha puesto al descubierto debilidades marcadas en casi todos los sistemas de salud, mostrando que las poblaciones ya vulnerables y marginadas soportan una carga de infección desproporcionada.3

La pandemia también ha puesto de relieve nuestra interdependencia; la sustentabilidad global requiere una respuesta coordinada, coherente y cohesiva.3

Desafíos para el presente

Actualmente continúa la reflexión crítica sobre por qué algunos países, han podido responder de manera más efectiva al COVID-19 superando incluso a aquellos con buenos recursos.3

Mientras se analiza esta situación, hay un acuerdo en priorizar el poner fin a la pandemia, acelerar la recuperación del COVID-19 y sentar las bases para un panorama global más resistente para lograr los objetivos de desarrollo sostenible.3

La pandemia de COVID-19 destaca aún más la importancia de la cobertura universal de salud que debe promoverse con una mejor gobernanza y vínculos con los sistemas de protección social. De ahí han surgido movimientos que promueven la cobertura universal de salud como el medio último para garantizar el acceso universal equitativo a la salud para todas las personas.2

El COVID-19 ha subrayado la necesidad de una inversión sostenida en la investigación de salud global, de manera que se favorezca:3

  • La velocidad y la escala de los esfuerzos de desarrollo de vacunas.
  • La proliferación de herramientas de diagnóstico.
  • El desarrollo de nuevos agentes terapéuticos probados.

Los avances hasta ahora alcanzados son evidencia de dónde ha triunfado la ciencia mundial y reflejan décadas de inversiones en investigación biomédica que podrían aplicarse rápidamente en frente a esta nueva amenaza.3

La cobertura universal de salud requiere que los países amplíen la disponibilidad y el acceso efectivo a los servicios de salud esenciales e incluyan a más personas en los mecanismos de distribución de riesgos, como los seguros médicos privados o sociales o los sistemas de prepago basados en impuestos, para reducir los pagos directos en el punto de servicio.2

La Organización Mundial de la Salud actualmente colabora con expertos en salud pública y sanidad animal, especialistas clínicos y científicos en el ámbito internacional, para recopilar y compartir información científica que posibilite un mejor conocimiento del virus y la enfermedad que ocasiona.2

La OMS actualmente colabora con expertos en salud para recopilar y compartir información científica que posibilite un mejor conocimiento del virus y la enfermedad que ocasiona.

Las otras secuelas del COVID-19

El COVID-19 ha amplificado las antiguas desigualdades de salud globales sistémicas y estructurales, incluida la pobreza, el acceso a la atención médica, la raza, el origen étnico, el género y la desintegración social.3

Adicionalmente, el COVID-19 ha servido como una “prueba de estrés” para los sistemas de salud en todo el mundo; algunos de ellos han respondido rápida y eficazmente a la pandemia, mientras que muchos otros no.3

Por ejemplo, el desempeño saludable de los países de Asia oriental en la respuesta a la pandemia actual, explicado en parte por la impronta y el aprendizaje de brotes anteriores, puede ofrecer un modelo de cómo se debe priorizar la seguridad sanitaria en la era post COVID-19.3

Por el contrario, el desempeño disfuncional de unas pocas naciones de altos ingresos ilustra los peligros de una inversión insuficiente en los sistemas de salud pública para hacer frente a crisis de salud pública de esta escala.3

Y es que, a pesar de tener identificada una amplia gama de coronavirus similares al SARS-CoV-2 en los reservorios potenciales y las herramientas para el análisis estructural y la predicción del rango de huéspedes, no estuvimos preparados para esta pandemia y no pudimos contener la transmisión global o predecir correctamente el rango de huéspedes.3

La investigación global coordinada, transparente e inclusiva es fundamental para informar las previsiones para futuras pandemias y fragmentados. Además, es necesario expandir el conocimiento existente sobre reservorios, virus y factores detonadores de la aparición de enfermedades en un programa de alerta temprana, lo cual exige esfuerzos de investigación bien financiados y coordinados de salud global.3

Cobertura universal de salud

Considerar sólo el acceso a los servicios médicos conlleva el riesgo de promover lo que se ha denominado “sistemas de salud basados en el volumen”, que se centran en la cantidad de atención médica en lugar de la calidad o los resultados.2

La pandemia de COVID-19 mostró cómo la cobertura universal de salud sienta las bases para sistemas de salud resilientes, capaces de enfrentar nuevas amenazas para la salud pública.

La pandemia de COVID-19 mostró cómo la cobertura universal de salud sienta las bases para sistemas de salud resilientes, capaces de enfrentar nuevas amenazas para la salud pública. Sin embargo, también destacó las deficiencias de los sistemas de salud modernos y bien dotados de recursos, especialmente cuando la atención terciaria avanzada no va acompañada de sistemas adecuados de salud pública, atención primaria y atención social.2

Aunque tenemos mucho que aprender sobre el SARS-CoV-2, la epidemia y sus consecuencias, el virus ha dejado una cosa clara, se necesitan urgentemente sistemas de gobernanza que sean inclusivos, responsables y guiados por enfoques que den prioridad a procesos de toma de decisiones transparentes y multisectoriales para responder de manera efectiva.3

Solo una respuesta holística basada en la colaboración intersectorial en todos los niveles de la sociedad puede generar la resiliencia necesaria para responder a los efectos inmediatos y a largo plazo de la COVID-19, desde un abordaje coordinado y multidimensional, a favor de una mejor calidad de vida.3

Referencias

  1. Hiam L, Yates R. Will the COVID-19 crisis catalyse universal health reforms? Lancet 2021;398(10301):646-8.
  2. Tediosi F, Lönnroth K, Pablos-Méndez A, Raviglione M. Build back stronger universal health coverage systems after the COVID-19 pandemic: the need for better governance and linkage with universal social protection. BMJ Glob Health 2020;5(10):e004020.
  3. Reid M, Abdool-Karim Q, Geng E, Goosby E. How will COVID-19 transform global health post-pandemic? Defining research and investment opportunities and priorities. PLoS Med 2021;18(3):e1003564.
  4. Palacios-Cruz M, Santos E, Velázquez-Cervantes MA, León-Juárez M. COVID-19, una emergencia de salud pública mundial. Rev Clin Esp 2020;1-7.
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