Recomendaciones en la suplementación de vitamina D

Recomendaciones en la suplementación de vitamina D

Tiempo de lectura: 6 minutos

La vitamina D desempeña un papel crucial en la salud del organismo al facilitar la absorción de calcio, un elemento esencial para mantener la fortaleza ósea y prevenir enfermedades como la osteoporosis.1

Además, este micronutriente es necesario para otras funciones corporales clave, como el movimiento muscular, la transmisión de mensajes nerviosos y el fortalecimiento del sistema inmunitario para combatir infecciones.1

La vitamina D forma parte de la familia de las vitaminas liposolubles; no obstante, es considerada una hormona, debido a que es obtenida en presencia de la exposición a la luz solar mediante la síntesis cutánea.2

En virtud de que la deficiencia de vitamina D es un problema de salud pública en el ámbito mundial,3 es esencial conseguir niveles adecuados de vitamina D a fin de mantener la salud ósea, así como la integridad del sistema inmunitario y muscular del individuo.4

La vitamina D pertenece a la familia de las vitaminas liposolubles, cuya obtención ocurre a través de la síntesis cutánea, en presencia de la exposición a la luz solar.

Dado que existe controversia respecto a las concentraciones de vitamina D que se necesitan alcanzar a través del tratamiento,5 a continuación se describen las recomendaciones actuales para la suplementación de esta importante hormona.

Vitamina D y sus formas moleculares

En el ser humano, el principal aporte de vitamina D proviene de la síntesis cutánea y, en menor proporción, a través de la dieta.6 Existen dos formas moleculares de la vitamina D:2,6

  1. Vitamina D-2. También conocida como ergocalciferol, se encuentra presente en plantas, así como en los suplementos alimenticios. Esta forma de vitamina D no puede ser sintetizada por el humano.
  2. Vitamina D-3. También denominada colecalciferol, es un micronutriente de origen animal que proviene, mayormente de la bioconversión cutánea que se produce por la radiación ultravioleta (UVB).

La vitamina, en sus formas D3 o D2, experimenta inicialmente una hidroxilación en la posición 25 de la molécula a través de la 25-hidroxilasa hepática, resultando en el 25-hidroxi-colecalciferol o 25-hidroxi-vitamina D (25OHD), conocido también como calcifediol o calcidiol.6

Posteriormente, en las células tubulares renales, se produce otra hidroxilación mediante la 1 -hidroxilasa, dando lugar a la formación de la 1,25 dihidroxi-vitamina D (1,25OH2D), que es el metabolito hormonalmente más activo en este sistema endocrino. Su función principal consiste en el mantenimiento del metabolismo fosfo-cálcico, ejerciendo sus efectos a nivel renal e intestinal.6

La vitamina D, además de ser sintetizada en la piel mediante la exposición solar, puede obtenerse a través de la dieta, ya sea a partir de alimentos origen animal (colecalciferol) o vegetal (ergocalciferol). Estas sustancias liposolubles requieren la presencia de sales biliares para su absorción, la cual ocurre principalmente en el yeyuno, con una absorción de 80% de la dosis administrada, y en menor medida en el duodeno. Tanto el ergocalciferol como el colecalciferol provenientes de la dieta llegan al hígado unidos a la proteína transportadora de vitamina D.4

En el ser humano el principal aporte de vitamina D proviene de la síntesis cutánea y, en menor proporción, a través de la dieta y suplementos.

Deficiencia de vitamina D

En los últimos años, ha surgido un interés cada vez mayor en torno a la vitamina D, no solo debido a su función en el metabolismo mineral y óseo, sino también por sus efectos más allá del sistema esquelético y la prevalencia significativa de deficiencia de dicha vitamina.6

Existen factores de riesgo vinculados a la deficiencia de vitamina D, tales como:3

  • Vivir en latitudes septentrionales.
  • Tener una exposición limitada a los rayos solares.
  • Usar habitualmente protectores solares.
  • Vivir con obesidad.
  • Padecer síndromes de malabsorción. 
Población expuesta a riesgo de déficit de vitamina D.4
Ingesta deficitariaAumento de los requerimientosEnfermedades crónicasTratamiento farmacológico
Niños, adolescentes y ancianos
Baja exposición a la luz solar
Intolerancia a la lactosa
Dietas para perder peso
Dietas vegetarianas
Anorexia nerviosa
Cirugía bariátrica
Embarazo
Lactancia
Enfermedades intestinales: cirugía bariátrica, resección intestinal
Enfermedades hepáticas
Enfermedades renales
Trasplantes de órganos sólidos
Corticoides
Anticomiciales
Adaptado de: Valero-Zanuy MA, et al. REEMO 2007;16(4):63-70.

Durante el embarazo, la falta de vitamina D se relaciona con complicaciones como la preeclampsia. Por su parte, en los recién nacidos, la deficiencia puede resultar en bajo peso al nacer e hipocalcemia, así como afectar al crecimiento posnatal, la salud ósea y aumentar la incidencia de enfermedades autoinmunes.3

En 2011, la Sociedad de Endocrinología de Estados Unidos publicó una Guía de Práctica Clínica sobre la evaluación, tratamiento y prevención de la deficiencia de 25-hidroxi-vitamina D (25ODH). Esta guía clasifica los niveles de deficiencia bajo los siguientes criterios:2

  • Deficiencia. Concentración plasmática de 25OHD ≤20 ng/mL.
  • Insuficiencia. Concentración plasmática entre 21 y 29 ng/mL.
  • Niveles óptimos. Concentración plasmática ≥30 ng/mL.

Por otro lado, el Instituto de Medicina de Estados Unidos, basándose en estudios sobre los niveles de la hormona paratiroidea (PTH), sugiere que aproximadamente 97.5% de la población sana —en diferentes grupos de edad— satisface sus necesidades de vitamina D con valores por encima de 20 ng/mL.2

Los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos están alineados con la clasificación de la Guía de Práctica Clínica, y definen la deficiencia de vitamina D como las concentraciones inferiores a 20 ng/mL.5

En cualquier caso, se considera una deficiencia de vitamina D siempre que las concentraciones se encuentren entre 21 y 29 ng/mL.5

Recomendaciones de suplementación

La vitamina D es escasa en la mayoría de los alimentos. Sin embargo, la principal fuente de colecalciferol se encuentra en los ácidos grasos de pescados marinos, siendo el salmón la fuente más destacada debido a su consumo frecuente.4

Otros alimentos como huevos, mantequilla, hígado y vísceras también contienen la vitamina, aunque su ingesta es limitada debido a su alto contenido de colesterol. Es importante destacar que la cantidad de vitamina D en los alimentos es constante y no se ve afectada por el calor ni los procesos tecnológicos.4

La principal fuente de colecalciferol se encuentra en los ácidos grasos de pescados marinos, y el salmón es la fuente más destacada de ellos.

La prevención y tratamiento pueden llevarse a cabo mediante ergocalciferol o colecalciferol. La evidencia sugiere que el colecalciferol aumenta las concentraciones de 25ODH en un mayor porcentaje y también las mantiene de manera más prolongada en suero en comparación con el ergocalciferol.5

En adultos con deficiencia de vitamina D, se recomienda un tratamiento con dosis de 50,000 UI de vitamina D3 o D2, administradas semanalmente durante 8 semanas.5

Alternativamente, se puede considerar una dosis diaria de 6000 UI de vitamina D2 o D3 con el objetivo de alcanzar concentraciones superiores a 30 ng/mL. Después de este periodo inicial, se debe mantener una dosis de 1500 a 2000 UI al día para asegurar niveles adecuados.5

Vitamina D en exceso

Concentraciones séricas de vitamina D superiores a 375 nmol/L (o 150 ng/mL), pueden ocasionar efectos adversos como náuseas, vómitos, debilidad muscular, confusión, dolor, pérdida del apetito, deshidratación, micción y sed excesivas, así como la formación de cálculos renales.1

En casos extremos, niveles excesivamente altos de vitamina D pueden resultar en insuficiencia renal, arritmias e incluso llevar a la muerte. Dichos niveles suelen asociarse principalmente al consumo excesivo de suplementos dietéticos de vitamina D, ya que la exposición solar no lleva a un exceso debido a la limitación natural de producción cutánea de esta vitamina.1

Los límites diarios recomendados de vitamina D, que incluyen la ingesta de alimentos, bebidas y suplementos, se establecen en microgramos (mcg) y unidades internacionales (UI). No obstante, en casos de deficiencia, el profesional de la salud puede recomendar dosis superiores a estos límites por un tiempo limitado.1

Conclusión

La insuficiencia de vitamina D parece ser un problema generalizado a nivel global en diversas etapas de la vida, afectando no solo a los grupos de riesgo. Por ello, se sugiere evaluar el nivel de vitamina D considerando las implicaciones biológicas, tanto óseas como extra óseas, asociadas con su deficiencia en diversos grupos. Esto incluye examinar su relación con la ingesta nutricional y los patrones de exposición a la luz ultravioleta.2

Referencias:

  1. National Institutes of Health. Datos sobre la vitamina D. [Internet]. 2022. NIH. [Consultado el 13 de noviembre de 2023]. Disponible en: http://ods.od.nih.gov/pdf/factsheets/VitaminD-DatosEnEspanol.pdf
  2. Sánchez RD, Aguilar RF. Deficiencia de vitamina D. Conceptos actuales. Plast Restaur Neurol 2021;8(1):50-3.
  3. Ochoa-Correa EC, García-Hernández Pa, Villarreal-Pérez JZ, Treviño-Garza C, Rodríguez-Balderrama I, Martínez-de Villarreal LE, et al. Deficiencia de vitamina D en madres y neonatos mexicanos. Gac Med Mex 2017;153:559-65.
  4. Valero-Zanuy MA, Hawkins-Carranza F. Metabolismo, fuentes endógenas y exógenas de vitamina D. REEMO 2007;16(4):63-70.
  5. Valladares-García JC, Halabe-Cherem J. Vitamina D: una vitamina controvertida. Med Int Méx 2021;37(4):586-93.
  6. Varsavsky M, Rozas Moreno P, Becerra-Fernández A, Luque-Fernández I, Quesada-Gómez JM, Ávila-Rubio V, et al; Grupo de Trabajo de Osteoporosis y Metabolismo Mineral de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición. Recomendaciones de vitamina D para la población general. Endocrinol Diabetes Nutr 2017;64(S1):7-14.
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